lunes, 16 de agosto de 2010





Así los frescos de la iglesia de Santa Coloma llegaron a nuestro país. Fue muy costoso, todavía los estamos pagando hoy. Y se puede entender que el presupuesto de un país como el nuestro, con 75.000 habitantes, aunque dedicado al turismo y al comercio, no sea de los más boyantes.
Enfin, volvieron las obras al lugar donde pertenecían. Su transporte fue de los más elaborado y minucioso. Pero al fin llegaron.

Aquí os pongo el enlace de la página del Ministerio de Cultura de Andorra correspondiente a la exposición pública que se hizo en febrero de 2007.

http://www.cultura.ad/frescos.asp

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