En esta noticia veremos como en lugar de pagar el Estado por la recuperación de una obra de arte que estaba en manos privadas pasa a ser patrimonio del mismo Estado.
La obra está en el MNAC en Barcelona, donde también se encuentran pinturas de Andorra.
Los patronatos del MNAC y del Prado se reunirán para fijar su colaboración
Molina afirma que la nueva red de museos no tendrá en cuenta la titularidad
C. SERRA - Barcelona
EL PAÍS - 05-09-2008
Fue una visita relámpago, pero intensa. El ministro de Cultura, César Antonio Molina, asistió ayer al acto de depósito de la obra Disputa y prendimiento de Santa Catalina, un fresco románico del siglo XIII que ha adquirido el Estado por el sistema de dación -el Banco de Sabadell ha pagado 430.000 por la obra en concepto de pago de impuestos- y que ahora enriquecerá la colección de pintura mural del Museo Nacional de Arte de Cataluña (MNAC). (...)
Frescos dedicados a la santa lista Era tal su poder de convicción en los sesudos debates con los filósofos paganos que eran ellos los que acababan convertidos al cristianismo. Al final, pero, Catalina de Alejandría fue decapitada, tras un largo y escabroso martirio, a principios del siglo IV. Su culto se extendió por Europa gracias a los cruzados y se popularizó durante la Edad Media. Ella es la protagonista del fresco románico, bien conservado, aunque precisará restauración, que ayer se integró en la colección del Museo Nacional de Arte de Cataluña. De hecho, es un fragmento de las pinturas murales que decoraban la capilla de Santa Catalina en la catedral de la Seu d'Urgell. Fueron arrancadas antes de 1923 y divididas en tres partes. La que narra el martirio se encuentra desde 1955 en manos de la Fundación Abegg de Riggisberg, en Berna (Suiza); la escena de la Santa Cena que decoraba la parte inferior se encuentra en el Museo de Vic, y el fragmento de la diputa con los filósofos y su arresto (con unas dimensiones de 165x180 cm) estaba desde 1935 y hasta hace poco en manos de una colección privada catalana, que ayer no quiso desvelarse, y que la ha vendido al Estado a través del Banco de Sabadell. Según el especialista Manuel Castiñeiras, el conjunto se realizó entre 1230 y 1257 y "su estilo se encuadra dentro de las pervivencias del bizantinismo 1200", casi entrando en lo que es el gótico lineal. Se relaciona con las pinturas de San Esteban de Andorra, que también exhibe el museo, bastante escaso en pinturas de este periodo.
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